La unilateral metodología de enseñanza donde el profesor es el predicador del conocimiento y el alumno el receptor de dichos conocimientos es algo que a lo largo de la historia de la educación se ha ido legitimando. Las estructuras de las aulas obligan al alumno a focalizar la atención en el profesor y en lo que el dice. Se pierde el valor del dialogo, del razonamiento y se acepta como verdad absoluta lo que el docente predica, la escuela por tanto queda reducida a un instrumento dogmatizador. La viñeta que aparece a continuación de El Roto es un ejemplo muy ilustrativo de lo que estamos diciendo. Os invito a que conozcáis su obra si aun no teníais el placer de hacerlo.
¿Qué se obtiene con este tipo de
educación? ¿Hay valor práctico lo que se enseña? Deberíamos cuestionarnos si verdaderamente hemos dejado atrás este tipo de enseñanza o únicamente nos dedicamos a enmascararla con gestos amables.
